martes, 13 de octubre de 2015

LA CUSTODIA DEL MILLON


Don Miguel Calderón de la Barca, nacido en Conil de la Frontera (Cádiz), hombre con gran fortuna y mecenas de  muchas iglesias y casado con Doña Ana Pavidal, ostentaba el cargo de Consejero de Indias.

En una de sus travesías desde ultramar a su pueblo natal se encuentra con una gran tempestad, temiendo naufragar.  En ese momento se encomienda a la Virgen de Guadalupe, salvándose todos los que viajaban en el navío. Habiéndole prometido que si llegaban a buen puerto le construiría una capilla dedicada a ella, cosa que realizó en el año 1720 junto a su esposa en la Ermita de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Conil a la que ellos también donaron dinero para su remodelación. Esta capilla consta de un retablo pintado sobre la historia de esta advocación de la Madre de Dios, encontrándomelo al estudiarlo en lamentable estado a causa del humo de las velas.

Está custodiada por barrotes de hierro muy gruesos y en ella se encuentra los restos de este personaje tan importante, olvidado y desconocido por muchos.

 
Al mismo tiempo el matrimonio encarga la construcción de una Custodia al madrileño Pedro Vicente Gómez de Ceballos, sin reparar en gasto alguno. También,  según la leyenda, como agradecimiento por su salvación en esa galerna.
En el año 1721, un año antes de poner la primera piedra de la nueva Catedral de Cádiz, la entrega al Cabildo Catedralicio. Se caracteriza por estar hecha en plata sobredorada con multitud de perlas, brillantes, zafiros, rubíes y otras gemas preciosas; pagando por ella al maestro argentero un millón de reales. Motivo por el cual es conocida como la Custodia del Millón o la del millón de gracias.
 
 
Es sorpendentente que al yo expresar esta historia en una emisora de radio de la localidad muchos de los allí presentes como de los oyentes ignoraran tan maravillosa historia.
A su llegada a Cádiz El Cabildo para dar más esplendor a la Procesión del Corpus Christi quiso cambiarla por la que siempre desfilaba, la llamada Custodia del Cogollo; al enterarse el pueblo de Cádiz se negó en rotundo. Aceptando la decisión las Autoridades Eclesiásticas en pleno.
 
En el año 1890 Don Francisco Vélez y Carbonel dona un rico armario para guardar esta joya única en su género, estando su interior forrado de ricos azulejos de Delft  (Holanda); siendo su color en tonos rosáceos y cobrizos. Algo sorprendente, pues se caracterizan en general por estar pintados en distintas tonalidades de azules.
La puerta que lo cierra expresa quien lo regala y para el menester que lo hace. Haciendo constar que Don Miguel Calderón de la Barca ostentaba el cargo de Virrey de México.
Como curiosidad, en el mismo año Doña Ana de Villa hace lo mismo, entregando otro armario gemelo para guardar la Custodia que lleva su nombre.
Los habitantes de Conil (Cádiz) afirman que no solamente encargó una sola custodia sino dos; llegando algunos a pensar que se ha perdido a través del tiempo. Si es así, ¿dónde está y quién o quienes la tienen en su poder? Aunque preguntando e indagando otros dicen que se encuentra en la mayor parroquia de la localidad. Si es así, ¿Por qué no se exhibe tan esplendorosa custodia? He ay que todo objeto de tan inmenso valor guarda un secreto que jamás será desvelado…
 
 
 
 

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